4. Di que no. Cuanto mejor rechace las solicitudes que no son lo mejor para su hijo, menos veces tendrá que hacerlo. Puede decir que no una vez en el supermercado cuando su hijo le pida comprar una caja de helado, o puede decirlo todas las noches una vez que la caja esté en el congelador de su casa. —David Ludwig, MD, Ph.D., autor de Ending the Food Fight